Dando un paso hacia atrás, recordemos que la palabra personalidad viene de la palabra persona. Por lo tanto, resulta deducible que la personalidad de marca es el aspecto humano de la misma, es más, es igual que la personalidad humana.
La personalidad de marca es tanto la forma en la que piensa una marca como la forma en la que se comporta ante sus públicos, no es sólo un conjunto de valores y atributos, sino que también está formada e influida por todo aquello que también forma la personalidad de un humano: su historia, entorno, miedos, aspiraciones, formas de moverse, de hablar y de comportarse...