"Si existe lo bueno, es porque también existe lo malo". Existen miles de artículos y de posts que desarrollan teorías sobre argumentos positivos por los cuales una empresa debe invertir en su imagen. Si tanto se habla de las razones para invertir en identidad corporativa es por una realidad que muy pocos se prestan a aceptar. Esta realidad de tan evitado reconocimiento por parte de los profesionales de la comunicación, es que existe una cantidad asombrosa de empresas que no quieren invertir en imagen corporativa.
A continuación no desarrollaré una atractiva redacción sobre las beneficiosas ventajas y la gran utilidad de hacer tal inversión (pues créanme que en la red sobran cantidad de artículos de este tipo) sino que analizaré las causas del por qué una empresa (en concreto pymes) se decide por no destinar dinero a crear o mejorar su imagen.